Un viaje a la historia

Edwin Carcache
Cuarto Enlace

Con muchas emociones partí hacia El Salvador en compañía de 52 personas nicaragüenses a celebrar el XXI Aniversario de los Mártires de la UCA. Eran las cuatro de la mañana, cuando salimos de la UCA, Nicaragua,-- muy atentos casi la mayoría-- por conocer nuevos lugares y sobre todo por conmemorar el valioso heroísmo de varios sacerdotes jesuitas y dos mujeres que dieron su vida por la libertad de El Salvador.



Este evento que se celebra desde el 89. Asisten varias delegaciones correspondientes a las universidades afiliadas por la Compañía de Jesús (AUSJAL). Entre ellas: Guatemala, Nicaragua, El Salvador; además de representantes de Colombia, España e Inglaterra.

En el viaje de 14 horas me fue imposible dormir, debido a la belleza natural de los paisajes centroamericanos. Como no mencionar los grandes cerros leoneses, los volcanes de nuestra Chinandega, por ejemplo el San Cristóbal, y la arquitectura de los pueblos que se observan al pasar por la carretera Panamericana de occidente. Al llegar al Guasaule -frontera nicaragüense con Honduras- nos detuvimos un gran rato, para pasar en la muy saturada, Oficina de Migración y así poder salir del país, explicando nuestro motivo y destino de viaje.

Ya en Honduras, en dos de sus zonas rurales -Choluteca y San Lorenzo- pude ver, la mutua relación de pobreza en las calles con Nicaragua; sin embargo la gente muy luchadora se desarrollaba con el arduo ejercicio del trabajo, mientras que los jóvenes y niños con uniforme café y blanco, iban de camino a la escuela. Varias industrias, hoteles, paradas, muchos oficiales, mucha población y el verde de la naturaleza no se hicieron esperar.

Ya en la frontera de Honduras con el Salvador, me alegre un poco, pensé que después de viajar durante medio día ya era necesario llegar a mi punto de objetivo, es decir, la UCA de San Salvador.

En El Salvador hicimos dos estaciones para descansar por el caluroso viaje en el bus amarillo. Mi primera conversación con un extranjero fue en una Texaco. Una chica de baja estatura y de mirada abusadora, muy alegre según su rostro, dedicada al oficio de impulsadora de esa estación de gasolina. Vendía conchas negras, como coctel. Intercambiamos experiencia con relación al producto, satisfecha –ella— me dio una muestra gratis con exceso de chile, demasiado para mi gusto.

Al final nos tomamos una fotografía y los nicas continuamos con el viaje, pasamos por muchas calles: buenas, malas, regulares y espectaculares hasta que al final un cartel decía “San Salvador 28 km” y dije en voz alta, ‘ya era hora’.

Eran las 6:30 de la tarde, cuando por fin estábamos a dos kilómetros de la UCA. Los edificios comerciales, restaurantes, puestos de ventas, bancos, gasolineras, parques, hospitales, aeropuertos, eso y mucho más pude observar, me encantó la iluminación del City Bank, colosal de color azul, muy envidiable.

Y por fin, la Universidad Centroamericana “José Simeón”. Enorme en terreno, enorme en cuanto a estructuras, de enorme población estudiantil, hay que decir que es más elegante que la nuestra en Nicaragua.

Luego caminamos durante 20 minutos, hasta llegar a la Pastoral de la Universidad, más tarde, nos dirigimos hacia un puesto de venta de pupusas, allí nos esperaban muchos chavalos para darnos una estupenda bienvenida. Con música local, muchos globos y aplausos gritaron “Viva Nicaragua”.

Al terminar de cenar las 3 ricas pupusas salvadoreñas, nos llevaron a nuestros dormitorios, donde me relacioné un poco más con tres de mis amigos nicaragüenses, que en todo el viaje no dirigí ni siquiera una mirada o un apretón de mano. Pregunté sus nombres, qué estudiaban, dónde vivían y otras cosas que ayudarían en un futuro cercano al proceso de convivencia.

La noche fue pesada, por la falta de costumbre con la cama que no era muy cómoda.

A la mañana siguiente, 7:00 AM. Ya estaba listo, para la primera actividad en la agenda del día: la creación de una alfombra de sal, proyectando un dibujo relacionado en su totalidad con los Sacerdotes Jesuitas quienes hoy son conocidos como Mártires.

Ellos se dedicaron en vida a encontrar la paz del país salvadoreño, una historia similar a la nicaragüense, con relación a la guerra civil, hay que decir que los sacerdotes, llamaban a la paz, la tranquilidad, la búsqueda del bien común. Cuando el ejército salvadoreño, decía que la UCA estaba apoyando a la guerrilla, o como se conocía aquí la contra revolucionaria, y fue entonces que tomaron la decisión de rodear la universidad para buscar el supuesto armamento de apoyo, ese día, marcaría la libertad del pueblo salvadoreño, el ejército entró a la casa donde se encontraban los jesuitas y los fusilaron, asimismo a la colaboradora y su hija, fue uno de acto más inhumanos de la historia.

Ese día se realizó una procesión y una vigilia para conmemorar el XXI Aniversario de los Mártires de la UCA. Fue una noche muy romántica, donde los participantes llevaban sus velas en señal de agradecimiento y justicia. Al día siguiente se realizó una misa en la Catedral Metropolitana de San Salvador, donde también se conmemoró el heroísmo de Monseñor Romero, IV Arzobispo de San Salvador quien también fue víctima de un atentado. Él ha sido considerado otro héroe salvadoreño.

Más tarde nos dedicamos a conocer algunos centros turísticos, donde visitamos un lugar muy parecido al Mirador de Catarina en Masaya, una laguna muy simpática, donde me di un chapuzón, una carrerita de lanchas con algunos amigos guatemaltecos.

Fuimos a un pueblito llamado Suchitoto parecido a Granada en nuestra Nicaragua, donde una linda iglesia y amables pobladores eran sus principales características, fue delicioso probar una minuta (raspado) y estar platicando con los bichos (chavalos).

Horas más tarde nos dirigimos a un centro comercial, donde visitamos muchas tiendas y cenamos para partir hacia nuestros hogares en Nicaragua, desde allí comprendí que en este viaje aprendí mucho, tanto en lo práctico como en lo actitudinal, todo después de esto, se puede concluir que en la vida se nace con un sentido, y en ocasiones la misma vida se da para encontrar nuestro objetivo de vida.

Comentarios

  1. Espero que les guste, se que me falto un poco más,pero el factor tiempo ha sido determinante y posiblemente la mejore...

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  2. el egocentrismo de este escrito es perturbador, escribir en primera persona, para contar si comiste o no comiste pupusa es realmente irrespetuoso para el lector..
    lo de los jesuita cabe en dos parrafo,lo demas es puro ego.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. lo del ego, no es solo por las pupusas, sino por las demas cuestiones irrelevantes, que estoy seguro solo a vos te debe de interesar.. Al Lector solo le importa lo de los jesuitas, no cosas como "Con muchas emociones partí hacia El Salvador. En el viaje de 14 horas me fue imposible dormir. nos detuvimos un gran rato, para pasar en la muy saturada. , me alegre un poco, pensé que después de viajar durante medio día ya era necesario llegar a mi punto de objetivo. hicimos dos estaciones para descansar por el caluroso viaje en el bus amarillo. Mi primera conversación con un extranjero fue en una Texaco. Una chica de baja estatura y de mirada abusadora, muy alegre según su rostro, dedicada al oficio de impulsadora de esa estación de gasolina. Vendía conchas negras, como coctel. Intercambiamos experiencia con relación al producto, satisfecha –ella— me dio una muestra gratis con exceso de chile, demasiado para mi gusto. Al final nos tomamos una fotografía. La noche fue pesada, por la falta de costumbre con la cama que no era muy cómoda. A la mañana siguiente, 7:00 AM. Ya estaba listo. Más tarde nos dedicamos a conocer algunos centros turísticos.

    y asi en todo el texto, desperdicio de espacio.

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  5. Gracias por las observaciones...

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